Bueno a pedido de los chicos transcribo algo de la historia de este majestuoso y olvidado hotel en el corazón de las Sierras de la Ventana.
En una de sus visitas a Sierra de la Ventana, el dr. Félix Muñoz, médico especialista en enfermedades respiratorias, encontró un clima tan sano que facilitaría la cura de enfermedades de tipo respiratorio y nervioso. Enseguida tuvo una idea: construir allí un gran hospital sería una buena inversión a futuro.
El dr. Manuel Láinez, amigo del dr. Muñoz y dueño de una importante cantidad de tierras en Sierra de la Ventana, decidió interesar en el proyecto a la compañía británica Ferrocarril del Sud. El ramal de esta empresa que atravesaba la pampa hacia el Sudoeste en dirección a Bahía Blanca estaba dando por aquel entonces muchas ganancias a los ferrocarriles británicos, de modo que vieron en el proyecto del dr. Muñoz una excelente oportunidad para incrementar aún más el tráfico de pasajeros por esta bella zona: la construcción de un enorme y fastuoso complejo hotelero. Impensado, no sólo para la Argentina que se estaba formando, sino también para la vieja Europa que todavía no sabía qué significaba la palabra “turismo”.
El 15 de agosto de 1903, entonces, se inauguró la parada de tren que correspondería al hotel. Más adelante, sería la estación Sauce Grande, actualmente llamada Sierra de la Ventana.
En 1904, se comenzó a construir este enorme complejo, levantado con ladrillos especialmente traídos hasta el lugar por Ernesto Tornquist, ciudadano de Sierra de la Ventana que recientemente había adquirido una fábrica de ladrillos a máquina en Checoslovaquia.
Las dimensiones y características del hotel fueron espectaculares. En cada una de sus dependencias se puso extremo cuidado en los detalles. Con una superficie cubierta de 6.400 metros cuadrados, se habían asegurado todas las comodidades: galería solarium, restaurante decorado al estilo Luis XVI, jardín de invierno, salón de fiestas con 150 butacas, 3 salas de casino, un entrepiso usado como night club, 2 peluquerías, una torre mirador con vista panorámica de toda la zona serrana, sala de música para conciertos, una nutrida biblioteca y canchas de golf y tenis, entre otras muchas instalaciones.
“La Maravilla del Siglo”, como lo bautizó Julio Argentino Roca, supo albergar a lo más selecto de la aristocracia argentina y extranjera de aquellos años. Entre los invitados a la inauguración oficial, el 11 de noviembre de 1911, se contaban muchos apellidos y nombres que aún hoy resuenan en nuestros oídos y que bautizaron las calles de la ciudad de Buenos Aires así como también los partidos de casi toda la provincia.
Entre los años 1913 y 1914, los ecos mundiales de grandes depresiones económicas y guerras hicieron que el hotel comenzara a trabajar a pérdidas.
En 1917, la ley prohibió los juegos de azar, y tres años más tarde, los propietarios del Club Hotel (en su mayoría ingleses) dispusieron el cierre del establecimiento y el cese de sus actividades en la zona serrana, así como también del ramal de trocha angosta.
Finalmente, el 30 de noviembre de 1924, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires se hizo cargo del hotel con el objeto de instalar allí una colonia de vacaciones para alumnos, docentes y familiares, proyecto que nunca se llevó a cabo. En 1939, después del enfrentamiento entre el acorazado alemán Graf Spee y los cruceros británicos Exeter, Achilles y Ajax en el Río de la Plata, los marinos prisioneros fueron trasladados al ex Club Hotel de Sierra de la Ventana, donde permanecieron hasta febrero de 1946. Durante esos 2 años, el hotel volvió a tener vida y fue restaurado por los internos.
Sin embargo, la partida de los marinos a su país de origen hizo que otra vez ganaran el olvido y el abandono. Los proyectos de reflotarlo, así como también las constantes concesiones, no lograron ningún resultado. Finalmente, en 1978, el hotel comenzó a ser demolido.
El 8 de julio de 1983 el Gran Club Hotel Sierra de la Ventana fue devorado por un incendio que algunos sostienen fue intencional, aunque los peritos determinaron que se trató de un accidente. Aunque hoy yace en ruinas, a casi un siglo de su inauguración, su huella sigue siendo motivo de visitas permanentes.
Algunas curiosidades:
Al hotel llegaba directamente desde Plaza Constitución un tren de trocha angosta (especialmente dispuesto para los aristócratas que llegaban desde el exterior al puerto de Buenos Aires.
Los nazis arribados al hotel, fueron alrededor de 350 muy apreciados en la zona y le dieron vida nueva al hotel por dos cortos años (hasta se rumorea que pusieron en marcha una abandonada locomotora que estaba en el lugar). Organizaron numeros bailes para la gente de la zona y el dinero recaudado se utilizaba para refacciónes del edificio.
En las cercanías del pueblo vecino de Coronel Suaréz, se encuentran 3 colonias de Alemanes (de donde soy oriundo
).
La gente del lugar siempre tuvo la esperanza de que el gobierno se haga cargo de su refacción, pero los numerosos saqueos y por último el incendio, dieron por el piso con estas ilusiones.
Aún hoy casi después de un siglo el hotel es motivo de admiración y existen visitas guiadas para conocerlo.
Disculpen el reportage extraido de la net (Salvo la ultima parte jaja), realmente tenía intencion de debutar en el club con esta historia, pero el trabajo me lo ha impedido.
Prometo en cuanto este por allá sacar fotos como la gente (no como estas).
Sin más les mando un abrazo Mauricio