La parte del frente de esta estación se encuentra en estado de recuperación edilicia, pero esta que es la parte posterior esta completamente abandonada.
Queda pendiente para la próxima salida (probablemente la semana próxima) un recorrido por los pisos superiores, dado que un guardia de seguridad se encontraba en el lugar para impedir que ingresemos, aunque en un descuido mi amigo "leo" (un ignoto fanático de los ferrocarriles) logro ingresar y recorrerlo mientras yo tomaba fotos de los andenes.
Acá les dejo un reseña histórica de la estación.
Para empezar esta historia hay que decir que la Compañía Francesa había construido a partir de 1891 tramos hacia el norte de San Cristóbal, tomando como punta de línea a esta localidad del centro norte de la provincia. Así los franceses extendieron sus vías de San Cristóbal al norte hasta llegar a Tucumán en 1892. Pero la necesidad de conectar a San Cristóbal y su ramal con Santa Fe y el centro del país, requería de nuevas inversiones.
Así, con la venta del Ferrocarril Andino mediante la ley 4064 de 1902, se obtienen los recursos para construir nuevos ramales. Entre ellos, y como lo refiere Andres Andrei en su libro “El ferrocarril”, el Ferrocarril Central Norte Argentino inaugurado en 1908, que conectó a Santa Fe con San Cristóbal.
Este ramal entre Santa fe y San Cristóbal, no contaba en la ciudad con una estación adecuada al importante movimiento de cargas y pasajeros que creía día a día, allá en los inicios del siglo pasado, crecimiento de actividad económica que quedara plasmado en la frase “Argentina, granero del mundo”. En función del modelo productivo agroexportador, el ferrocarril y los puertos eran una pieza fundamental del engranaje extractivo. Por esta razón, los flujos de capitales extranjeros se canalizaban en inversiones directas o en préstamos a manos del Estado, para la creación de una infraestructura de transporte concéntrica al río, y de allí al mar…
Pero como decíamos, en Santa Fe, la estación del Central Norte Argentino constaba en la década de 1910 y principios de 1920, con precarios galpones y casillas. Estas construcciones estaban ubicadas en la zona noreste de la ciudad, en las cercanías de las calles Dorrego y Río de Janeiro. Luego, en 1912 se inicia la construcción de la impresionante estación en la zona de bulevar Gálvez, entre Avellaneda y Vélez Sarsfield. La construcción demandó varios años, por esta razón recién en 1928 quedó inaugurada la nueva y más importante estación de Santa Fe, junto a la vieja estación Francesa, demolida ya.
El impulso del ferrocarril en barrio Candioti norte generó –como en otros barrios- la construcción de viviendas de los obreros y empleados de los trenes. De esta forma, en los fines de la década del 20, y justo antes de la crisis de 1929, Santa Fe quedaba vinculada a Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, y por los pasos fronterizos, un tren salido de bulevar llegaba a Chile y Bolivia.
En apretada síntesis, podemos citar a Andrei que describe a la imponente estación con cuatro plataformas y seis vías interiores, con una amplia cubierta metálica, que cubre todo el largo andén. Como había sido proyectada para ser la estación cabecera del Central Norte Argentino, el edificio consta de un amplio hall con oficinas operativas para la boletería, el jefe de estación, despacho de trenes, encomiendas, informes y contaduría. En la planta alta la estación del Ferrocarril Belgrano muestra las oficinas de movimiento de trenes, superintendencia de transporte y comercial, división de tracción. Cuánta gente trabajó en esta estación, cuántos comercios, y actividades relacionadas al flujo de pasajeros, florecieron a la par de la Estación Belgrano.
Con el advenimiento de la política neoliberal privatista de Menem, un día del año 1991, partió el último tren del andén de la Belgrano.
Después, vino la historia más reciente y tristemente conocida. La estación orgullo de barrio Candioti, perteneciente a una época de empuje y progreso, se transformó en signo de decadencia y abandono. La Belgrano dejó de ser el lugar para la despedida de pañuelos agitándose en el andén a el hogar de indigentes, o a centro de evacuados en la inundación del Río Salado. Muchos proyectos se han presentado, idas y vueltas, ordenanzas a medida de inversores, y falta de políticas del Estado Municipal hacen que la estación del Belgrano, y sus 10 hectáreas de terrenos, se encuentren en manos del ONABE, y a la deriva…
Ojalá la historia a escribir cambie y los trenes vuelvan a la Belgrano, y si su destino ya no es más de rieles, que por lo menos, los santafesinos podamos recuperar un espacio histórico integrándolo a las nuevas necesidades urbanas del siglo XXI, pero con esa imagen, con esas arcadas, de casi cien años, detenidas en una tarde de sábado, de 1928, esperando el próximo tren…
Aca esta la imagen que resume como terminaron los ferrocarriles en argentina...