Al llegar a este lugar nos encontramos con edificaciones que se ven a no menos de 10 kilometros, con alturas superiores a los 90 metros, una inmensa chimenea, procesadoras de rocas, una estacion de carga para trenes, e instalaciones múltiples infestadas de escaleras interminables y que provocan vértigo de solo mirarlas. La planta mantuvo al pueblo durante siempre y a la fecha de su cierre, por causas financieras y posiblemente la llegada inminente del fin de los recursos naturales de la mina, dejo a todo el pequeño poblado completamente paralÃtico, hoy ya no quedan más que un puñado de habitantes que no llegarÃan ni al millar. Los ancianos pasan por la puerta y miran con nostalgÃa aquel coloso que supo llenarlos de polvo y ser el origen de sus salarios.
Las calles fueron hechas por esta planta, las viviendas de la zona, los hoteles y hasta un club deportivo (tambien abandonado) llevaba el nombre de la monstruosa empresa.
Sin más algunas fotos exteriores
Espero sea de su interés, en vivo el lugar es impresionante.