Villars es un pequeño pueblo ubicado a 60 kilómetros de Capital Federal fundado en 1905 y su nombre recuerda al francés Luciano Villars, director de la CompañÃa Inmobiliaria Franco Argentina que fue la encargada de lotear esta zona. Su estación de tren data de 1912 cuando se habilita el ramal de trocha angosta que uniera Bs.As. con Rosario y a cargo de capitales franceses y no ingleses como la mayorÃa de los ferrocarriles en Argentina.
Según el Manual de Estaciones de 1958, Villars figura como estación de primera, habilitada para pasajeros, cargas, hacienda, encomiendas y telégrafo. Esta lÃnea llegó a transportar un promedio de 2 millones de pasajeros por año y un millón y medio de toneladas de carga anual.
El trafico de hacienda en pie tuvo mucha importancia en este sector ya que la lÃnea tenia acceso directo a los mataderos. Estos trenes tenÃan preferencia en la circulación (cruces, maniobras, etc.) debido a que si no entraban en el dÃa indicado la hacienda perdÃa el valor real, y por su diferencia de precio respondÃa el ferrocarril, razón por la cual se hacia lo imposible para que llegara en termino.
Los vagones vacÃos volvÃan Villars, donde se encontraba el Lavadero, estos eran totalmente lavados en este lugar y luego desinfectados con cal para volver a ser usados. ExistÃan severas normas sanitarias que debÃan observarse en cuanto a la higiene de los vagones destinados a animales. Otro servicio importante en esta lÃnea eran los trenes lecheros. Generalmente eran dos diarios, uno que salÃa de Mercedes, el otro de Navarro. Este tráfico
finalizó a principios de los sesenta, cuando se prohibió la entrada de leche a granel en la Capital Federal.
Fue durante esta década de los 60 que comenzó la decadencia de estos ramales de trocha angosta.
Finalmente en 1977 se firmó un decreto de clausura de gran parte de este tendido ferroviario. En 1993, a causa del desborde del RÃo Salado, fue implementado un servicio de emergencia desde Villars a Patricios pero duró menos de un mes, esta fue la última vez que un tren circuló por las angostas vÃas de Villars...